Aproximación

 

Montes Beralta y Limón, Barrio de la Vega, Matienzo T.M. Ruesga (Cantabria).

Desnivel:      -310 m.

Desarrollo:   21.906 m.

Cuvío de la Reñada: X: 450,450 Y: 4.795,770 Z: 180 - 5 min

Azpilicueta: X: 450,400 Y: 4.794,980 Z: 475 - 30 min

Coterón: X: 451,250 Y: 4.795,390 Z: 370 - 15 min

 

Descripción

 

Todo este sistema se desarrolla en la vertiente sur del brazo occidental de la gran depresión cerrada de Matienzo.

A pie, entre los barrios de La Vega y Sel de Suto, es uno de los grandes sistemas de la zona, junto al de Los Cuatro Valles, Ozana y el de La Vallina. Son los británicos los verdaderos descubridores de la mayoría de los secretos que encierran estos montes, explorados por ellos desde hace décadas.

Cuenta con aproximadamente 24 kilómetros de galerías exploradas, y se abre al exterior en cinco puntos. Tres simas superiores, Azpilicueta, Coterón y Vera Negra, situadas en las laderas de los montes Beralta y Limón, y las dos bocas inferiores del Cuvío de la Reñada, situadas 300 metros al oeste de la cueva del Comellante, resurgencia del sistema y origen del río Clarion ó Matienzo. La inferior de las dos, normalmente se encuentra sifonada, haciendo inaccesible la conexión con el resto del sistema. La superior, conocida desde siempre por los del lugar, era utilizada para la elaboración de la mantequilla, nombre por el que también se la conoce.

La Torca de La Vera Negra, abre su boca un poco por debajo de la de Azpilicueta. Después de varias verticales da acceso a Reñada en la denominada Galería de Monje Disecado.

Azpilicueta, bautizada así por los británicos en honor al propietario de un bar de la zona, es el punto mas alto del sistema. La sima consta de una sucesión de pozos separados por estrechos meandros, destacando un P100 en el que dos repisas nos permiten descenderlo en tres saltos, el agua que viene de arriba, baja en cascada, siendo imposible descenderlo en épocas de lluvias. La conexión con Reñada la realizamos a través de un angosto tubo vertical de una veintena de metros.

La vertical de acceso a Coterón desde el exterior tiene 52 metros, llegando a grandes galerías. La conexión con Reñada puede ser a través del Ramal Reñada, descendiendo un P70 o bien por el Ramal Codisera de mayor desarrollo y que consta de una serie de complicados conductos, en los que rara vez se toca el río, sin embargo existe un lago colgado “Lago del Fantasma” de unos 40 metros de longitud y que ocupa toda la planta de la galería.

Si quieres realizar alguna de las aquí, posibles travesías, se ha de pasar por el Duck, bóveda de unos 7 metros de longiud, donde tienes que deslizarte junto al agua que por ella corre, pudiendo llegar a sifonarse en épocas de crecida.

Otro paso delicado, es el Agujero Soplador, pequeña cubeta alargada con agua en el fondo, fácilmente sifonable, próximo al exterior y en el que es inevitable mojarse.

Jesús Foguer

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Coteron-Reñada

Dejamos un coche próximo a la que deberá de ser la salida por el Cuvío de la Reñada. El día anterior hemos entrado por ésta hasta el Duck, para conocer la parte final de la travesía y en especial para desvelar las dudas sobre este paso.

Ya en el punto de partida, junto a un caserío, nos cambiamos bajo una intensa niebla, que desaparece a medida que ascendemos hacia la torca dejando bajo nuestros pies un fabuloso mar de nubes.

Instalamos en fijo el pozo de acceso, con un desviador se baja del tirón la vertical de 52 metros. Muy justos de cuerda, al instalar con ella el pasamanos de acceso a la cabecera, llegamos a amplísimas galerías realizando la ultima parte en volado.

Descendiendo por estas amplias galerías, pronto las abandonamos por un caos de bloques a la izquierda, adentrándonos en otras más modestas. Por ellas llegamos a una empinada rampa que busca la verticalidad en su parte final, toda ella se encuentra instalada con cuerda fija al igual que el resto de pozos y resaltes con los que nos encontramos en nuestro recorrido.

Dirección Sur está la Sala del Mundo, al llegar a ella la bordeamos por una marcada senda a la izquierda. Al cabo de un rato subimos una rampa, en su mitad, (tras dejar a la derecha una galería), parte a la derecha, un conducto que se dirige al Ramal Reñada, la otra vía por la que es posible llegar a Reñada. Pero nosotros seguimos subiendo, alcanzando una revirada pero comodísima galería hasta topar con una gatera (1) que da acceso a una sala con una fuerte pendiente ascendente, al final de la cual se forma una cornisa. Continuamos por un paso que se abre poco más abajo a la derecha y que permite pasar al otro lado por encima de unos bloques, sin descender un pequeño pozo, accediendo así a un meandro desfondado.

Llegamos a una bifurcación, una flecha nos indica el camino, que nos lleva hasta una colada con agua por la que descendemos a un nivel inferior. Alcanzamos un cruce de dos meandros donde es necesario realizar un destrepe para poder continuar por el desfondado meandro fósil de la izquierda, largo y que nos conduce hasta una sala. A partir de ésta, aparecen un intrincado de galerías de aristas afiladas, tomamos todos los cruces a la derecha, hasta llegar a una gatera arenosa (4). Superada ésta, cómodamente se llega al P17, por su fondo se oye correr el agua. Lo bordeamos por la izquierda superando un pasamanos ascendente, al otro lado descendemos 7 metros hasta un meandro, denominado Galería del Cordón de Bota, al final de éste, un paso entre bloques da acceso a una gran galería. Por la derecha llegamos al Lago del Fantasma, un pasamanos nos permite superarlo hasta la mitad, terminando de atravesarlo uno a uno con la barca, reenviándola con un cordino. Al otro lado, parada a comer.

Reanudada la marcha, aguas abajo un negrísimo meandro termina por hacerse impenetrable, teniendo que alcanzar las amplias galerías superiores para después, por una rampa, descender de nuevo al río en la zona denominada Borde del Universo. Dejando a la derecha la zona de conexión con el Ramal Reñada y siguiendo por el cauce, se llega al Castle Hall (7), Empinada rampa ascendente equipada con cuerda fija. Por un resalte a la derecha accedemos a un amplio meandro. Un despiste nos lleva a amplísimas galerías ascendentes por las que caminamos rápidamente hasta darnos cuenta de que estamos en las galerías provenientes de Azpilicueta. Retrocedemos, llegando pronto a zonas embarradas que finalizan en el Duck. Pasado éste se ha de subir un resbaladizo resalte, (hay instaladas una serie de cuerdas. Algunas de ellas de cáñamo, al igual que en otros puntos de la cavidad, posiblemente fueron utilizadas por los ingleses hace años en sus exploraciones). Se continúa por pasos estrechos y gateras evidentes con algún resalte que superar. Pasado esto, una rampa descendente nos deja en una zona de intenso barrizal (10). Una galería es surcada por un reguero donde circula una pequeña corriente de agua, al final hay que hacer una escaladita a la derecha y después (11) una travesía por la izquierda y seguir de frente. Más adelante se baja una resbaladiza rampa por cuerda y tras un aporte de agua llegamos al agujero soplador. Al otro lado la sala donde puede formarse un laguito nos conduce a la rampa de la entrada principal del Cuvío de la Reñada.

Son las seis de la tarde, hemos estado algo más de ocho horas en el interior, y todavía tenemos que desinstalar el pozo de entrada e instalar las rampas del Mortero de Astrana, mañana vamos al Cuivo, pero más adelante volveremos aquí.

Azpilicueta-Reñada

Antes de lanzarnos a la travesía, creemos conveniente reconocer de nuevo Reñada hasta el Duck. Entran Ali, Carlos y Paco. A pocos metros de la entrada se encuentran con agua en el lago que unos meses antes encontramos totalmente seco. Lo vadean y sin dificultad pueden llegar hasta el Duck, por éste corre agua, pero atravesarlo no ofrece dificultad. Así que mañana intentamos esta nueva travesía.

El acceso hasta Azpilicueta puede hacerse bien por un empinado camino que sube hasta un repetidor de televisión dejándonos próximos a la boca; o desde el barrio de La Vega. Partimos de este último, el desnivel es mayor pero el juego de los coches es más cómodo. Además nos acompañan unos amigos del G.E.seguntino para conocer la boca y por este lado les mostramos también la de Coterón.

Ya en la boca terminamos de equiparnos y comenzamos el descenso. Se inicia con una empinada rampa que termina en un resalte destrepable, con cuidado no es necesario montar nada. Tras éste, el primer pozo, un limpio P35 en el que al recuperar la cuerda se queda enganchada en una pequeña repisa, teniendo que trepar varios metros para soltarla. A continuación dos resaltes de 20 y 10 metros que se descienden desde la cabecera instalada en el primero de ellos. Le sigue un P25 donde nos liamos con las cuerdas y montamos una un poco corta, pero bueno con lo que estira y escapando por el final de ésta alcanzamos el fondo. Por un paso de techo bajo llegamos a una amplia galería con curso activo que se precipita por un P10 muy regado y con cabecera de difícil acceso. Siguiendo el curso del río llegamos al P100. Lo descendemos con tres rápeles, en el primero a -20m un desviador nos aproxima a la pared para alcanzar con facilidad la repisa donde se encuentra la segunda cabecera a-50m. Un rapel de 10m nos deja en una nueva repisa donde un colgado pasamanos nos acerca a la cabecera que nos aleja del agua. Poco más abajo, una especie de tirolina hace las veces de desviador evitando un importante roce, a la vez que accedemos a la impresionante Sala Ciega donde ya no es posible evitar el agua. Es importante no seguir bajando por los pozos que se abren entre los bloques del fondo de la sala. Un catadióptrico señaliza la gatera que da acceso a una galería de reducidas dimensiones por la cual se ha de continuar. Después de dejar a la izquierda una galería, se abre a la derecha un estrecho conducto descendente de una veintena de metros instalado con cuerda fija. Es necesario ponerse el rapelador en el cabo de anclaje y prestar atención al momento de dar libre ya que el descenso se hace largo y se pierde la comunicación. En el fondo en una diminuta y desfondada sala, tal vez el sitio más incomodo de toda la cueva para hacer una parada, durante la espera, vamos devorando la comida según va llegando en las sacas. 

Continuamos de nuevo a la derecha. A una corta rampa le sigue una diaclasa por la que trepamos y trepamos hasta alcanzar una intrincada red de gateras y laminadores, toda esta zona señalizada por los ingleses con “Reñada Out”. Al final tras tomar un importante cruce a la izquierda y el siguiente a la derecha, llegamos a la galería principal del sistema por las que descendemos, conectando poco mas abajo con las provenientes de Coterón ya descritas.

Por terreno conocido pronto llegamos de nuevo al exterior después de unas siete horas de travesía. 

Club Abismo

Referencias

Exploración y Topografías: E.E.S.S. (Santander) 1964-65 - MUSS (Manchester) - KCC 1973-86

Grandes Travesías - 40 Integrales Españolas de Isidoro Ortiz 

Grandes Cuevas y Simas de España de Carlos Puch

http://carlospuch.desnivel.com/blogs/

Información recogida de la página del Grupo de Edelweiss de Burgos 

http://www.grupoedelweiss.es

Web Club Abismo